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La Copa América se quedó este fin de semana sin sus dos equipos más grandes: Brasil siguió el camino a casa que tomó Argentina el sábado, consumándose así la revolución que se había ya atisbado en la primera fase.
Tanto la albiceleste como la «canarinha» se marchan con apenas un triunfo en cuatro partidos y ambos acabaron condenadas en las tandas de penales.
Es la primera vez que Argentina y Brasil quedan eliminadas a la vez en cuartos de final de la Copa América. En todas las ediciones de en las que participaron ambas selecciones, al menos una de las dos quedó entre los cuatro mejores.
Los dos «grandes» y Colombia, que también cayó en cuartos, coinciden además en que gozaron de numerosas ocasiones de gol desperdiciadas.
«Argentina y Brasil quedaron eliminadas muy pronto y Paraguay está en semifinales sin haber ganado ningún partido», dijo Mano Menezes, técnico amarillo, tras caer con el conjunto guaraní.
En la primera fase, Brasil, campeón en 2004 y 2007, empató ante Venezuela y Paraguay y ganó a Ecuador. Argentina igualó con Bolivia y Colombia y venció a Costa Rica sub 22. No hubo ganador tampoco en los choques de cuartos, que se decidieron en los penales.
«Parece que vamos a ganar todos los partidos por 5-0, pero son todos luchados», dijo el argentino Carlos Tevez tras el 1-1 del debut con Bolivia.
El renacer de Colombia y de Perú, que está en semifinales, y el crecimiento de Venezuela hace que todo se haya igualado mucho en el subcontinente.
Perú no jugaba unas semifinales desde 1997 y superó a una Colombia que partía como favorita en el partido tras una buena primera fase.
Ocho de los 18 partidos de la fase de grupos acabaron igualados. Los tres choques de cuartos de final requirieron prórroga y dos de ellos penales, muestra de la igualdad.
Javier Zanetti, referente argentino, fue categórico al pintar un horizonte tormentoso para su selección de cara a lograr la clasificación para el Mundial de Brasil: «Ahora hay que enfrentar las eliminatorias de la mejor manera porque, como se demostró en la Copa América, van a ser muy difíciles».
Brasil, como anfitrión del Mundial de 2014, ya está clasificado y no jugará las eliminatorias, que empiezan en octubre.
La «canarinha» inició un proceso de reconstrucción en 2010 que tiene como meta ganar en casa en 2014. Nada hace temer que corra riesgo el puesto de Mano Menezes, que llevó a Argentina un equipo joven que será la base de los próximos tres años.
Menos tranquilo puede estar Sergio Batista, su homólogo albiceleste, pues Argentina buscaba en casa con todo su arsenal acabar con una sequía de 18 años sin títulos de la selección mayor.
Via | Diario CoLatino