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MONTERREY.- Ricardo Ferretti estalla en carcajadas. El inigualable "Tuca" apaga la velita azul que adorna a su pastel de chocolate. Hoy, el director técnico campeón del futbol mexicano cumple 58 años de vida y los festeja con ESTO, sonriente, bromista, como difícilmente se le ve en público y menos después de una conferencia en la que los reporteros locales lo hicieron enojar. Pero con nosotros se muestra dicharachero, como también suele ser.
"A los 58 ya no se cuenta, se resta", ríe el triunfal estratega de Tigres, porque después de casi 30 años, fue el único que pudo llevar a este conjunto a conquistar un nuevo título.
Hasta en su famoso bigote, tiene canas: "Es la lógica natural del ser humano: cuando avanza la edad uno piensa que la carrera de cualquier entrenador va terminando. Mas nunca me he puesto a pensar cuánta vida me quede ni mucho menos, sino que recuerdo los que he vivido, las formas, las cosas buenas y malas, la familia... se viene todo cada que cumples años".
Con la inconfundible chamarra de los Tigres, Ferretti pone en blanco la mente y luego reactiva la memoria, hasta reír cual chiquillo. Y es que reconoce que en todo momento está el futbol en su mente. Cualquier esfuerzo por pensar en algo diferente se desvanece delante del brasileño empapado de una idiosincrasia muy mexicana. ¿Cómo evitarlo?, si a todas partes donde va todos le hablan de Tigres, del balón, de la táctica, del "Tuca".
"Es muy difícil, porque de 58 años que tengo de vida, 46 están dedicados al futbol. Desde que empecé, a los 12 años, en las fuerzas básicas de Botafogo, llevo la misma rutina hasta los 46, de entrenar todos los días y jugar los fines de semana", comparte.
"Recuerdo que mi papá me llevaba a entrenar frontón a los seis años, entonces son cosas muy difíciles de olvidar", rememora.
De pronto, en familia, pretende cambiar el chip y descubre que no puede. "Uno se encuentra platicando de cualquier cosa, pero en el subconsciente estás pensando: 'mañana tengo que hacer este tipo de entrenamiento', entonces es muy difícil que uno se olvide totalmente del futbol estando con la familia".
-¿Qué hace Ricardo en el hogar, descansa participa o lo utiliza para descansar y seguir pensando en futbol?
"Si tú dices que si me pongo a cocinar, no. No sé cocinar nada".
Eso sí, el hombre del inconfundible mostacho descubre su afición por la jardinería: "Si falta un cuadro sé ponerlo; el trabajo rudo de una casa sí lo sé hacer, incluso hasta destapar caños" y contagia con sus risotadas.
"Todos los cumpleaños tienen algo especial, pero yo destacaría uno: cuando cumplí 20 nació mi primera hija, Karina. Todos son especiales, pero este marcaría más algo".
NO REGRESARÍA A BRASIL
-¿Has pensado algún día regresar a Brasil?
"No, ¿para qué? Ya me quieres echar de México", responde y vuelve a reír. "Estoy muy a gusto aquí y no reniego del país en el que nací, pero quiero mucho a México como a Brasil, mas no pienso regresar a Brasil a vivir. Tengo a mi padre allá y tres hermanos. Uno falleció el año pasado".
Cuando Ricardo Ferretti aún no nacía, se jugó la Copa del Mundo en su país. "Es un buen dato adicional", apunta el "Tuca", a propósito del Mundial que organizará en 2014.
"Todo mundo lo espera con mucha expectación. Espero que Brasil haga un buen Mundial, porque tiene muchos problemas de infraestructura. Los aeropuertos son muy ineficientes, la cantidad de hoteles, sobre todo en Río, son de escasa calidad, y también serán distancias largas, de mucho avión. Es algo que se debe tomar en cuenta, porque Brasil es un continente", observa.
La reflexión acerca de Brasil lo lleva a recordar su infancia: "Nací en Copacabana, iba con mi hermano a la playa que nos quedaba a dos cuadras, después nos cambiamos, estudiamos normalmente, me quedé en el último semestre de contaduría pública y a los 20 años ya tenía hija y fue más difícil el estudiar, entrenar, la familia y todo, pero hoy en día las cosas salieron adelante, gracias a Dios".
Afortunado, sabe que ha recibido todo del Creador: "Uno siempre es agradecido con Dios, por las amistades, mis hijos, mi familia, los amigos, de trabajar en lo que me gusta, de ayudar a mucha gente".
Sí, es el cumpleaños 58 del "Tuca" y aprovecha para pedir algo...
"Salud... mis hijos, mi familia, podría pedir muchas cosas, pero de qué sirve pedir y que tampoco no participemos. Ojalá Dios los bendiga a todos con mucha salud y nos dé trabajo, lo demás lo tenemos que conseguir nosotros".
"A los 58 ya no se cuenta, se resta", ríe el triunfal estratega de Tigres, porque después de casi 30 años, fue el único que pudo llevar a este conjunto a conquistar un nuevo título.
Hasta en su famoso bigote, tiene canas: "Es la lógica natural del ser humano: cuando avanza la edad uno piensa que la carrera de cualquier entrenador va terminando. Mas nunca me he puesto a pensar cuánta vida me quede ni mucho menos, sino que recuerdo los que he vivido, las formas, las cosas buenas y malas, la familia... se viene todo cada que cumples años".
Con la inconfundible chamarra de los Tigres, Ferretti pone en blanco la mente y luego reactiva la memoria, hasta reír cual chiquillo. Y es que reconoce que en todo momento está el futbol en su mente. Cualquier esfuerzo por pensar en algo diferente se desvanece delante del brasileño empapado de una idiosincrasia muy mexicana. ¿Cómo evitarlo?, si a todas partes donde va todos le hablan de Tigres, del balón, de la táctica, del "Tuca".
"Es muy difícil, porque de 58 años que tengo de vida, 46 están dedicados al futbol. Desde que empecé, a los 12 años, en las fuerzas básicas de Botafogo, llevo la misma rutina hasta los 46, de entrenar todos los días y jugar los fines de semana", comparte.
"Recuerdo que mi papá me llevaba a entrenar frontón a los seis años, entonces son cosas muy difíciles de olvidar", rememora.
De pronto, en familia, pretende cambiar el chip y descubre que no puede. "Uno se encuentra platicando de cualquier cosa, pero en el subconsciente estás pensando: 'mañana tengo que hacer este tipo de entrenamiento', entonces es muy difícil que uno se olvide totalmente del futbol estando con la familia".
-¿Qué hace Ricardo en el hogar, descansa participa o lo utiliza para descansar y seguir pensando en futbol?
"Si tú dices que si me pongo a cocinar, no. No sé cocinar nada".
Eso sí, el hombre del inconfundible mostacho descubre su afición por la jardinería: "Si falta un cuadro sé ponerlo; el trabajo rudo de una casa sí lo sé hacer, incluso hasta destapar caños" y contagia con sus risotadas.
"Todos los cumpleaños tienen algo especial, pero yo destacaría uno: cuando cumplí 20 nació mi primera hija, Karina. Todos son especiales, pero este marcaría más algo".
NO REGRESARÍA A BRASIL
-¿Has pensado algún día regresar a Brasil?
"No, ¿para qué? Ya me quieres echar de México", responde y vuelve a reír. "Estoy muy a gusto aquí y no reniego del país en el que nací, pero quiero mucho a México como a Brasil, mas no pienso regresar a Brasil a vivir. Tengo a mi padre allá y tres hermanos. Uno falleció el año pasado".
Cuando Ricardo Ferretti aún no nacía, se jugó la Copa del Mundo en su país. "Es un buen dato adicional", apunta el "Tuca", a propósito del Mundial que organizará en 2014.
"Todo mundo lo espera con mucha expectación. Espero que Brasil haga un buen Mundial, porque tiene muchos problemas de infraestructura. Los aeropuertos son muy ineficientes, la cantidad de hoteles, sobre todo en Río, son de escasa calidad, y también serán distancias largas, de mucho avión. Es algo que se debe tomar en cuenta, porque Brasil es un continente", observa.
La reflexión acerca de Brasil lo lleva a recordar su infancia: "Nací en Copacabana, iba con mi hermano a la playa que nos quedaba a dos cuadras, después nos cambiamos, estudiamos normalmente, me quedé en el último semestre de contaduría pública y a los 20 años ya tenía hija y fue más difícil el estudiar, entrenar, la familia y todo, pero hoy en día las cosas salieron adelante, gracias a Dios".
Afortunado, sabe que ha recibido todo del Creador: "Uno siempre es agradecido con Dios, por las amistades, mis hijos, mi familia, los amigos, de trabajar en lo que me gusta, de ayudar a mucha gente".
Sí, es el cumpleaños 58 del "Tuca" y aprovecha para pedir algo...
"Salud... mis hijos, mi familia, podría pedir muchas cosas, pero de qué sirve pedir y que tampoco no participemos. Ojalá Dios los bendiga a todos con mucha salud y nos dé trabajo, lo demás lo tenemos que conseguir nosotros".
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