Cruz Azul, nuevamente se quedó en la raya
Estadio Nemesio Díez, 14 de diciembre de 2008 ante un lleno
Paulo da Silva levantó el trofeo mientras miles de papeles rojos y blancos lo bañaban. Toluca alcanzó la gloria, se baño de éxtasis en medio de la locura de un estadio saturado de Diablos. En su casa, el Nemesio Díez, lograron su novena estrella después de sufrir y pelear hasta el final.
Cruz Azul llegó dispuesto a robarse el sueño que los mexiquenses ya tenían grabado en la cabeza. Con un futbol dinámico, revolucionado los de Benjamín Galindo lograron empatar el marcador global con goles de Alejandro Vela y Julio Domínguez. Así llevaron el juego hasta los tiempos extras, pero el gran desgaste que les significó jugar desde el minuto 72 con 10 hombres por la lesión de Villaluz, los obligó a echarse para atrás, a defenderse buscando llegar a los penales y ahí definir todo, sin embargo se impondría la experiencia de Cristante.
Los tiempos extras terminaron sin que la pizarra cambiara, llegaron los penales y todo se prolongó hasta la muerte súbita. Ahí en el séptimo penal la fortuna sonrió a Almazán que parecía fallar su cobro, estrallando la pelota en el travesaño, pero cuando la pelota iba para afuera, pegó en la espalda de Yosgart y se fue a las redes; después Hernán Cristante una vez más se volvió grande, más grande que nunca. Recostó y con la mano izquierda evitó que el disparo de Alejandro Vela cruzara la línea final.
El héroe debajo de los tres postes se inmortalizó, hizo al Toluca Campeón por novena ocasión, le dio la Copa al mismísimo Diablo.
Los celestes abandonaron el Nemesio Díez en medio de la tristeza, con un año más sin alzar la Copa, el 11 consecutivo en su historia, a pesar del gran partido que dieron y en el que por un momento, rozaron el milagro de coronarse en casa del Diablo.
EL PARTIDO
Cruz Azul llegó a Estadio Nemesio Díez acelerado, con esas ganas de ser Campeón que el jueves pasado, en el primer partido de la Final no mostraron. Con el corazón en la mano comenzaron, desde los primeros segundos a buscar el arco del imbatible Hernán Cristante.
Pronto, La Máquina tendría una luz de esperanza. Villaluz, después de un servicio largo, controló el esférico, se internó en el área y sacó disparo cruzado que el arquero argentino apenas alcanzó a mandar a tiro de esquina. Los celestes comenzaban a inquietar a la tribuna mexiquense.
Pero los Diablos estaban ahí para defender su ventaja. Mancilla sacó disparo potente fuera del área, la bolea tenía el sello de gol, pero Yosgart actuó perfecto y pudo mandar el esférico por arriba de su marco.
El turno, al minuto 16, llegó entonces para Calderón que tras una diagonal retrasada, sacó un disparo, otra vez, el arquero celeste estuvo oportuno y recostó para evitar el tanto.
El partido emocionaba, el andar del esférico era de un lado para el otro. Cruz Azul y Toluca se brindaban. Entonces, Cruz Azul estuvo tan cerca del primero que su tribuna casi enloqueció cuando Sabah al minuto 29, se encontró solo frente al área y remató de manera tibia, injusta con respecto al trabajo de su equipo, y por ello Cristante terminó por adueñarse del balón.
Los Diablos comenzaron a calmar el juego, a controlar el medio campo, a bajarle la intensidad a Cruz Azul.
Pero La Máquina estaba empecinada y el medio tiempo sólo sirvió para hacer un acto de convicción de que tenían el poder de revertir la situación.
La luz se encendió al 49 para los cementeros. Vela en una jugada por la banda izquierda cambió el juego para que Villaluz hiciera el centro, el 18 de La Máquina lo hizo para Zeballos y este terminó por tocarlo apenas; pero Vela estaba ahí y empujó el balón para el primer tanto de la tarde.
Entonces, los Diablos tuvieron que sacar sus fuerzas internas y comenzar a defender con mayor inteligencia. Pero Cruz Azul estaba vivo y no se dio por vencido.
Al 66' Zeballos metió un testarazo que Hernán se quedó, los celestes seguían presionando, al 68' Riveros de media vuelta, en el área sacó un disparo potente, el arquero argentino mandó a tiro de esquina.
Cuatro minutos más tarde, Villaluz se internó en el área, recibió el balón pero Cruzalta lo arrolló con feo caballazo cometiéndole un claro penal que el árbitro no marcó. Para colmo, Villaluz tuvo que dejar el campo y el estadio en camilla, directo al hospital por la conmoción cerebral que le ocasionó el impacto.
Cruz Azul ya había hecho sus tres cambios por lo que se quedó con 10 hombres, pero su corazón se volvió más grande. Entonces, el marcador se empató al minuto 78. Jaime Lozano, en un tiro de esquina, mandó el balón al centro del área, Domínguez como encantado se detuvo en el aire y remató al poste izquierdo de Hernán, el Nemesio Díez entró en trance.
Los minutos se empezaron a extinguir, y Paulo Da Silva cerca del final pudo terminar con el suspenso, cuando al 89' sacó disparo, Yosgart a dos manos mandó fuera de su área, el peligro había desaparecido.
TIEMPO EXTRA
Llegó el alargue y Romagnoli fue el primero en levantar la mano para intentar anotar el gol de la victoria, en el primer minuto, tras sacar un disparo con suma potencia, pero el balón se fue a un costado.
Al minuto 99, Amaury intentó una vez más poner a los Diablos al frente, pero Yorgart se quedó con el balón. Los mexiquenses siguieron construyendo las llegadas, pero Cruz Azul se defendió con todos sus hombres para intentar solventar la inferioridad numérica.
La Máquina dejó de pensar en el arco rival y prefirió enfocarse a cerrar los espacios; el desgaste para remontar el marcador había sido tremendo y ya con uno menos el esfuerzo se intensificó; los pocos disparos de los Diablos siempre se estrellaron en los celestes. Al 113' Mancilla entró a área, y con un pase de Sinha intentó mandar el esférico al final de la red, pero fue imposible, Yosgart estuvo siempre atento.
El tiempo extra terminó sin cambios en la pizarra. El momento cardiaco del partido llegó a su máximo nivel con los tiros de pena máxima. La presión fue tanta que el propio estratega celeste abandonó el terreno y corrió al vestidor por un par de minutos.
PENALES
Los 10 penales de la serie se anotaron con maestría, Israel López, Sinha, Diego De la Torre, Esquivel y Mancilla por Toluca; Lozano, Sabah, Torrado, Beltrán y Zeballos por Cruz Azul.
La muerte súbita tuvo que llevarse acabo, Dueñas cobró primero y no falló, lo mismo hizo Lugo; entonces vino el séptimo turno que definiría todo con fortuna para los rojos y desazón para los azules.
Primero Almazán disparó, la pelota pegó en el travesaño y cuando ya iba para afuera, pegó en la espada de Yosgart y cambió su dirección para acabar en las redes. Era turno de Vela. El delantero puso con fuerza el balón en el césped y tiro con potencia y colocado, pero Cristante voló sobre si izquierda y con un certero manotazo pudo desviar el esférico; los Diablos se coronaron Campeones del Apertura 2008.
ARBITRAJE
Malo de Roberto García Orozco que tuvo serios problemas para llevar la Final pues aunque corrió bien, estuvo atento y concentrado, no supo imponerse en las jugadas clave. Al minuto 59 se equivocó al sacarle tarjeta amarilla a Lozano tras un choque legal con Amaury Ponce; al 61' le perdonó la segunda tarjeta amarilla a Torrado. Lo más grave fue al 72' cuando no marcó un clarísimo penal cuando Cruzalta embistió a Villaluz quien incluso acabó en el hospital.
Paulo da Silva levantó el trofeo mientras miles de papeles rojos y blancos lo bañaban. Toluca alcanzó la gloria, se baño de éxtasis en medio de la locura de un estadio saturado de Diablos. En su casa, el Nemesio Díez, lograron su novena estrella después de sufrir y pelear hasta el final.
Cruz Azul llegó dispuesto a robarse el sueño que los mexiquenses ya tenían grabado en la cabeza. Con un futbol dinámico, revolucionado los de Benjamín Galindo lograron empatar el marcador global con goles de Alejandro Vela y Julio Domínguez. Así llevaron el juego hasta los tiempos extras, pero el gran desgaste que les significó jugar desde el minuto 72 con 10 hombres por la lesión de Villaluz, los obligó a echarse para atrás, a defenderse buscando llegar a los penales y ahí definir todo, sin embargo se impondría la experiencia de Cristante.
Los tiempos extras terminaron sin que la pizarra cambiara, llegaron los penales y todo se prolongó hasta la muerte súbita. Ahí en el séptimo penal la fortuna sonrió a Almazán que parecía fallar su cobro, estrallando la pelota en el travesaño, pero cuando la pelota iba para afuera, pegó en la espalda de Yosgart y se fue a las redes; después Hernán Cristante una vez más se volvió grande, más grande que nunca. Recostó y con la mano izquierda evitó que el disparo de Alejandro Vela cruzara la línea final.
El héroe debajo de los tres postes se inmortalizó, hizo al Toluca Campeón por novena ocasión, le dio la Copa al mismísimo Diablo.
Los celestes abandonaron el Nemesio Díez en medio de la tristeza, con un año más sin alzar la Copa, el 11 consecutivo en su historia, a pesar del gran partido que dieron y en el que por un momento, rozaron el milagro de coronarse en casa del Diablo.
EL PARTIDO
Cruz Azul llegó a Estadio Nemesio Díez acelerado, con esas ganas de ser Campeón que el jueves pasado, en el primer partido de la Final no mostraron. Con el corazón en la mano comenzaron, desde los primeros segundos a buscar el arco del imbatible Hernán Cristante.
Pronto, La Máquina tendría una luz de esperanza. Villaluz, después de un servicio largo, controló el esférico, se internó en el área y sacó disparo cruzado que el arquero argentino apenas alcanzó a mandar a tiro de esquina. Los celestes comenzaban a inquietar a la tribuna mexiquense.
Pero los Diablos estaban ahí para defender su ventaja. Mancilla sacó disparo potente fuera del área, la bolea tenía el sello de gol, pero Yosgart actuó perfecto y pudo mandar el esférico por arriba de su marco.
El turno, al minuto 16, llegó entonces para Calderón que tras una diagonal retrasada, sacó un disparo, otra vez, el arquero celeste estuvo oportuno y recostó para evitar el tanto.
El partido emocionaba, el andar del esférico era de un lado para el otro. Cruz Azul y Toluca se brindaban. Entonces, Cruz Azul estuvo tan cerca del primero que su tribuna casi enloqueció cuando Sabah al minuto 29, se encontró solo frente al área y remató de manera tibia, injusta con respecto al trabajo de su equipo, y por ello Cristante terminó por adueñarse del balón.
Los Diablos comenzaron a calmar el juego, a controlar el medio campo, a bajarle la intensidad a Cruz Azul.
Pero La Máquina estaba empecinada y el medio tiempo sólo sirvió para hacer un acto de convicción de que tenían el poder de revertir la situación.
La luz se encendió al 49 para los cementeros. Vela en una jugada por la banda izquierda cambió el juego para que Villaluz hiciera el centro, el 18 de La Máquina lo hizo para Zeballos y este terminó por tocarlo apenas; pero Vela estaba ahí y empujó el balón para el primer tanto de la tarde.
Entonces, los Diablos tuvieron que sacar sus fuerzas internas y comenzar a defender con mayor inteligencia. Pero Cruz Azul estaba vivo y no se dio por vencido.
Al 66' Zeballos metió un testarazo que Hernán se quedó, los celestes seguían presionando, al 68' Riveros de media vuelta, en el área sacó un disparo potente, el arquero argentino mandó a tiro de esquina.
Cuatro minutos más tarde, Villaluz se internó en el área, recibió el balón pero Cruzalta lo arrolló con feo caballazo cometiéndole un claro penal que el árbitro no marcó. Para colmo, Villaluz tuvo que dejar el campo y el estadio en camilla, directo al hospital por la conmoción cerebral que le ocasionó el impacto.
Cruz Azul ya había hecho sus tres cambios por lo que se quedó con 10 hombres, pero su corazón se volvió más grande. Entonces, el marcador se empató al minuto 78. Jaime Lozano, en un tiro de esquina, mandó el balón al centro del área, Domínguez como encantado se detuvo en el aire y remató al poste izquierdo de Hernán, el Nemesio Díez entró en trance.
Los minutos se empezaron a extinguir, y Paulo Da Silva cerca del final pudo terminar con el suspenso, cuando al 89' sacó disparo, Yosgart a dos manos mandó fuera de su área, el peligro había desaparecido.
TIEMPO EXTRA
Llegó el alargue y Romagnoli fue el primero en levantar la mano para intentar anotar el gol de la victoria, en el primer minuto, tras sacar un disparo con suma potencia, pero el balón se fue a un costado.
Al minuto 99, Amaury intentó una vez más poner a los Diablos al frente, pero Yorgart se quedó con el balón. Los mexiquenses siguieron construyendo las llegadas, pero Cruz Azul se defendió con todos sus hombres para intentar solventar la inferioridad numérica.
La Máquina dejó de pensar en el arco rival y prefirió enfocarse a cerrar los espacios; el desgaste para remontar el marcador había sido tremendo y ya con uno menos el esfuerzo se intensificó; los pocos disparos de los Diablos siempre se estrellaron en los celestes. Al 113' Mancilla entró a área, y con un pase de Sinha intentó mandar el esférico al final de la red, pero fue imposible, Yosgart estuvo siempre atento.
El tiempo extra terminó sin cambios en la pizarra. El momento cardiaco del partido llegó a su máximo nivel con los tiros de pena máxima. La presión fue tanta que el propio estratega celeste abandonó el terreno y corrió al vestidor por un par de minutos.
PENALES
Los 10 penales de la serie se anotaron con maestría, Israel López, Sinha, Diego De la Torre, Esquivel y Mancilla por Toluca; Lozano, Sabah, Torrado, Beltrán y Zeballos por Cruz Azul.
La muerte súbita tuvo que llevarse acabo, Dueñas cobró primero y no falló, lo mismo hizo Lugo; entonces vino el séptimo turno que definiría todo con fortuna para los rojos y desazón para los azules.
Primero Almazán disparó, la pelota pegó en el travesaño y cuando ya iba para afuera, pegó en la espada de Yosgart y cambió su dirección para acabar en las redes. Era turno de Vela. El delantero puso con fuerza el balón en el césped y tiro con potencia y colocado, pero Cristante voló sobre si izquierda y con un certero manotazo pudo desviar el esférico; los Diablos se coronaron Campeones del Apertura 2008.
ARBITRAJE
Malo de Roberto García Orozco que tuvo serios problemas para llevar la Final pues aunque corrió bien, estuvo atento y concentrado, no supo imponerse en las jugadas clave. Al minuto 59 se equivocó al sacarle tarjeta amarilla a Lozano tras un choque legal con Amaury Ponce; al 61' le perdonó la segunda tarjeta amarilla a Torrado. Lo más grave fue al 72' cuando no marcó un clarísimo penal cuando Cruzalta embistió a Villaluz quien incluso acabó en el hospital.
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