España goleó 4-1 a los rusos en un debut brillante. Los de Luis Aragonés se hicieron dueños del partido con el delirio de la afición. David Villa marcó “triplete” en la localidad austríaca de Innsbruck con los tres primeros goles españoles en la Eurocopa 2008, ante una selección rusa, en los minutos 19, 44 y 75 respectivamente.
El primero fue gracias a un gran pase de Fernando Torres, el segundo fue gracias a Andrés Iniesta, y el último con el pase de Cesc Fábregas. El cuarto gol fue obra de Cesc Fábregas en el primer minuto de descuento.
La Roja supo aprovechar su ventaja tras el primer gol de Villa y destrozó a los rusos con un juego que alterna entre el dominio de la pelota y las salidas a la contra.
El equipo de Hiddink matiene a ratos el control de la pelota, pero la rapidez de España arriba machaca la defensa rusa con balones interiores. Senna y Xavi, incomesurables en el medio campo, mantienen el equilibrio y Casillas, exceptuando el gol de Palvyuchenko en el 86, apenas pasa apuros. Cesc logra su primer gol con la roja para sentenciar en el minuto 91.
España fue fiel a la historia. Sólo había caído en una ocasión en un estreno en la Eurocopa y no falló. A la selección española le costó quitarse de encima la ansiedad del debut.
El 7 de España reivindicó con su actuación la importancia que merece en el equipo de Luis Aragonés, que ha comenzado con buen pie la competición al sumar los tres primeros puntos de la primera fase.
El jugador del Valencia salió al campo con unas ganas tremendas de agradar. Se le vio totalmente enchufado en el duelo desde el primer segundo y fue una auténtica pesadilla para la defensa rusa, que le sometió a un marcaje zonal, aunque fue el veterano Sergei Semak el que estuvo más pendiente de él.
La actuación de Villa tiene un mérito especial, ya que el jugador llegó a Austria renqueante de una lesión en el cuádriceps que, incluso, hizo dudar de su participación en el estreno de la Eurocopa.
El entrenador estuvo toda la semana pendiente de él y comprobó que estaba totalmente en disposición de ser alineado en el “partidillo” del entrenamiento del pasado jueves en Neustift. Ese día, los titulares vencieron a los suplentes por 5-1 con tres goles del valencianista.
El asturiano se movió ante Rusia de lado a lado en la delantera española y se entendió a la perfección con su pareja de ataque Fernando Torres. Volvió locos a los centrales rusos, que nunca supieron como pararle.
La actuación de los dos puntas de España puede haber roto el debate sobre el sistema que debe de emplear el equipo. Por lo visto ante Rusia, está claro que el dibujo debe de ser el 4-4-2, el que tradicionalmente le ha gustado y ha practicado el seleccionador Luis Aragonés.
Con los tres tantos de hoy, Villa, nacido el 3-12-81 en Langreo, suma ya 17 goles en 32 partidos, que resulta una media de algo más de un tanto cada dos duelos. Su tercer tanto es de auténtica figura, por el recorte que le hizo a Roman Shirokov y por la ejecución perfecta al primer palo. Tras anotar, corrió al banquillo para abrazarse con Fernando Torres.
También intervino ce forma magistral en el cuarto tanto, en el que le dio un pase por encima de la defensa rusa a Xavi. Este disparó y el rechace del portero fue transformado en gol por Cesc.
Es el goleador de la selección y, además, de momento, el máximo anotador del torneo.
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