Hagamos las cosas ordenadamente
Cuando salgo de mi cochera, lo primero que hago es abrir la reja, despues saco el carro, cierro la reja y me voy, asi de sencillo, nadie me dijo que tenia que hacerlo de esa manera, ni me he preguntado porque, simplemente es el orden correcto de hacerlo.
Asi, todas las actividades tienen un orden a seguir, es parte de la discilplina, que pasa si en lugar de abrir la reja asi saco el carro, probablemente lograré sacar mi carro, pero lo dañaré y tambien la reja, eso si, con menos esfuerzo y tal vez hasta menos tiempo, y la ventaja es que cuando regrese no tendré que bajarme del carro a abrir la reja, porque estará abierta, ¿y si mejor no le hubiera puesto reja?.
Asi pensamos de muchas cosas que tienen que llevar un orden y por ahorrarnos tiempo y esfuerzo, le buscamos otra forma nada ordenada ni disciplinada.
Las cosas hechas sin orden tienen consecuencias negativas. A veces las consecuencias tardan en aparecer, tarde o temprano pero aparecen.
Asi que para evitar esas consecuencias hay que planear primero y preveer, hacerlo con orden y las cosas tendrán éxito.
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